¿Cúando se celebró la primera Ofrenda de Flores? ¿Sabías que los primeros años no estaba situada en el mismo emplazamiento? A continuación, te contamos varias curiosidades y datos sobre la historia de la Ofrenda de Flores.
La Ofrenda de Flores es un acto con mucha tradición en Zaragoza. Emoción, sentimiento y folclore serían las señas de identidad que definirían este momento tan emotivo para zaragozanos, zaragozanas y visitantes.
En la actualidad, la Ofrenda de Flores es uno de los más destacados eventos de las Fiestas del Pilar. A día de hoy, dura más de 15 horas, en ella los oferentes participan ataviados con su traje regional para rendir homenaje en forma de flor a la Virgen del Pilar.
¿Conoces los antecedentes de la Ofrenda de Flores?
¿Cuándo crees que se celebró la primera Ofrenda, en el siglo XV, XVIII o en el siglo XX quizás? Los antecedentes de este acto los encontramos en los años cuarenta del siglo XX, en los que el Camarín de la Virgen se adornaba los días de las fiestas con claveles, rosas y nardos que perfumaban la Santa Capilla. Finalmente fue en 1958 cuando tuvo lugar la primera Ofrenda de Flores a la Virgen del Pilar, duró dos horas y participaron unas 2.000 personas.
En esta primera etapa se emplazaba “contra” la Basílica del Pilar, sobrepuesta al retablo de Pablo Serrano, donde se mantendrá hasta 1997. En 1960 se consideraba un acto “tradicional” ya consolidado, de hecho, en 1964 ya ocupaba las portadas de los extraordinarios de la prensa. Así, en 1965, participaron 5.000 personas, año en que las Fiestas del Pilar fueron declaradas Fiesta de Interés Turístico Nacional.
Cambio de emplazamiento
A principios de los 90, el imparable aumento de participación multiplicó de forma considerable el número de ramos y canastillas, lo que puso de manifiesto la necesidad cambiar el emplazamiento. Ante esta situación, la ubicación inicial se modificó en 1998, animados por el cineasta Bigas Luna, gran conocedor de la fiesta y “admirador” de la Ofrenda a la que no solía faltar.
El nuevo emplazamiento facilitaba la circulación perimetral y la recepción de la flor, a lo largo de dos caras y con acceso directo a diferentes puntos del manto. Ahora la Virgen se encontraba en el centro de la Plaza con un manto más grande; 55 metros de profundidad, 18 de anchura y más de 15 metros de alto.
Cómo es la estructura y su montaje
El mismo año en que se modificó el emplazamiento (1998), se incluyó una nueva estructura en forma piramidal, de aproximadamente 8 metros de altura y planta de 26 x 15,60 metros, construida con elementos metálicos tubulares -tipo andamio- de cinco pisos y un peso aproximado de 29.000 kilogramos.
En el año 2000, se amplió la pirámide metálica de cinco a seis pisos. Aproximadamente medía 9,50 metros de altura y pesaba alrededor de 38.000 kilogramos. Contaba con una superficie en planta de 27,10 x 16,70 metros y una capacidad aproximada de 7.000.000 flores.
Como curiosidad, el montaje de la estructura y la colocación de la imagen de la Virgen, con una gigantesca grúa sobrevolando la plaza, es impresionante. Normalmente, comienza el día 10 a las seis de la mañana y termina el día 11 al mediodía para evitar imprevistos que pudieran surgir.
La imagen de la Virgen mide aproximadamente 1,43 metros de altura y cuenta con un peso de 15,097 kilogramos. Incluyendo la altura de corona y manto tiene más de tres metros de altura y es muy sólida, puesto que está preparada para soportar el cierzo y elevada, especialmente para que pueda verse desde toda la Plaza del Pilar. La composición total (estructura piramidal, el manto y la Virgen) mide alrededor de 15 metros. La confección del manto inmediatamente inferior es con flor de un color, desde 2012 o blanca o roja. Y sobre él la Cruz de Lorena, cruz roja de doble barra hecha con claveles.
